El cilantro se ha utilizado desde tiempos antiguos en la medicina tradicional y tiene grandes beneficios contra la diabetes, contiene calcio, fósforo, hierro, vitaminas A y C; es bajo en calorías y es rico en aceites esenciales, puede ser eficaz en el tratamiento de la salmonella. Algunos de los ácidos presentes en el cilantro reducen la acumulación de colesterol en las paredes internas de las arterias, consumirlo diariamente es útil para regular los niveles de glucosa en la sangre. Un estudio efectuado por investigadores mexicanos observó una disminución en los niveles de glucosa y mejoró la sensibilidad a la insulina en pacientes con diabetes. Conocido por su sabor y olor posee agentes anti inflamatorios que ayudan a reducir la inflamación en las articulaciones y combatir la artritis reumatoide. El cilantro, además de poseer propiedades antibacteriales, contiene vitaminas A y C que lo hacen efectivo para combatir gripas ya que también posee propiedades expectorantes. Además de su uso en la cocina, el cilantro es bueno para combatir el mal aliento puesto que limpia la boca de las toxinas que lo provocan y es un excelente digestivo. Dentro de las propiedades atribuidas se encuentra su efecto diurético para prevenir la retención de líquidos y eliminar las toxinas. Además, ayuda a evacuar los alimentos con mayor facilidad, evitando trastornos como la diarrea y el estreñimiento. Es ideal para sazonar y condimentar y efectivo contra la conjuntivitis. En la medicina china se usa contra el sarampión, el dolor de estómago y las náuseas. Además, es un remedio casero para la insolación, los altos niveles de azúcar en la sangre y las hemorroides. Se utiliza para sazonar carnes, pastas, ensaladas, pescados, mariscos y embutidos. Consumir una cucharada de cilantro en polvo en agua caliente permite importantes beneficios para la salud.
El polvo de ajo fortalece el sistema inmunológico y ayuda a combatir el cáncer de colon y estómago. Contiene un compuesto llamado alicina, el cual tiene propiedades medicinales y un alto valor nutritivo. Contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer y la demencia. Mejora los niveles de colesterol, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Los compuestos activos del ajo pueden reducir la presión sanguínea y combatir enfermedades, incluido el resfriado común. El ajo puede mejorar la salud ósea y mezclado con el cilantro da un excelente sabor para las comidas. El ajo es un antioxidante, fortalece la auto inmunidad. Ayuda a la eliminación de toxinas. El ajo contiene vitaminas A, B y C, fósforo, silicio, azufre y otros. Se cree que ayuda a prevenir el alto colesterol y la hipertensión leve. Es un antibiótico natural y anti viral. Se le atribuye que ayuda a combatir ciertos canceres como el de colon. Para poder aprovechar los beneficios del ajo se recomienda tomar o comer el equivalente de un diente de ajo al día. Y como todo alimento, siempre existen contradicciones en su consumo excesivo. Tiene un efecto anticoagulante lo que lo hace no apropiado para personas que tienen problemas de coagulación de la sangre. Puede interferir con la sanación de heridas o tratamientos quirúrgicos o dentales. Puede producir acidez o flatulencia. El ajo es un alimento de difícil digestión por esto las personas que sufren de problemas gástricos ulcera o gastritis deben de consumirlo acompañado de otras comidas. Se considera seguro durante el embarazo y la lactancia hay estudios que muestran que a los bebes les gusta más la leche materna de madres que comen ajo.